sábado, 7 de noviembre de 2015

CIPRÉS CALVO - CIPRÉS DE LOS PANTANOS del PALACIO DE CRISTAL

CIPRÉS CALVO O CIPRÉS DE LOS PANTANOS
Estanque del Palacio de Cristal del parque del Retiro

El ciprés de los pantanos, también conocido como ciprés calvo, no es un árbol enraizado en nuestra cultura. Es un árbol extranjero, que fue introducido en Europa en 1640 por el naturalista inglés John Tradescant (1608-1662), jardinero jefe de los jardines del rey Carlos I de Inglaterra, situados en Queen's House, Greenwich. Pero, a diferencia de otras especies foráneas, su implantación ha quedado muy reducida y limitada a zonas ajardinadas con abundante presencia de agua. Nada que ver con sus paisajes originales, en el cuadrante sud-este de los Estados Unidos, donde forma amplios bosques en zonas pantanosas. Es el árbol emblema del estado de Lousiana, y también lo podemos encontrar en Carolina del SurIllinois, MisisipiFlorida y Texas.

Pabellón de Cristal y estanque
Sin embargo, su escasa presencia en nuestra ciudad se ve compensada con la singularidad y belleza de éstos que podemos observar en el estanque del Pabellón de Cristal y que les hace merecedores de aparecer en estas páginas. Por otro lado, investigaciones recientes han encontrado en Europa, concretamente en Hungría, restos fósiles de hace varios millones de años, por lo que no es descabellado suponer que una especie similar ocupó territorios europeos en el Mioceno. Una vez más, comprobamos que tanto en árboles como en personas, el concepto extranjería es relativo.

En efecto, emergiendo del agua y junto con el propio Palacio de Cristal, componen una verdadera  "imagen de postal” que sorprende a todos los visitantes, tanto por el conjunto en sí, como por el cambio de colorido que sus hojas adoptan a lo largo del año, que hace imprescindible más de una visita.

La historia del Pabellón/Palacio de Cristal del parque del Retiro y de su entorno inmediato tiene un origen similar a la del Palacio de Velázquez (ver artículo sobre el tejo publicado en esta revista, en su número 17 de  abril de 2014). Efectivamente, en 1885 se piensa de nuevo en la organización de una  Exposición en el parque, en esta ocasión sobre las Islas Filipinas, y en la construcción de un pabellón, a modo de invernadero como complemento de la misma.


Ciprés calvo cercano a la gruta en noviembre
Sale a concurso el proyecto y de nuevo es Ricardo Velázquez Bosco quien lo consigue, con la colaboración de Bernardo Asins, diseñador de la estructura. Entre los dos construyen, tomando como punto de partida el Crystal Palace de Hyde Park en Londres, de Joseph Paxton, y el mercado de Les Halles de Paris, de Victor Baltard, el que probablemente sea el edificio más bello y elegante de todo el parque del Retiro.

Ricardo Velázquez ya había demostrado su pericia como restaurador de edificios notables como la catedral de Burgos, la Mezquita cordobesa o la Alhambra de Granada, y cómo arquitecto madrileño, dirigiendo la edificación del Palacio de la Minería (hoy conocido como Palacio de Velázquez) en 1883, el Ministerio de Fomento (hoy de Agricultura) en 1886 o la reparación del Casón del Buen Retiro. También había demostrado ampliamente su capacidad para combinar hierro, ladrillo y cristal y para incluir elementos innovadores como la presencia de cerámica en sus edificios, y era por tanto el más adecuado para acometer la realización de ese invernadero que, como edificio temporal, debía tener un carácter etéreo y frágil, al mismo tiempo que armónico y bello.  Fue el propio ministro de Ultramar, Víctor Balaguer, impulsor del evento, quien en un oficio ministerial indicaba:  “…fue levantado con carácter provisional (...) con el propósito de desmontarlo a la terminación del Certamen y enviarlo a Manila, en cuya población debía celebrarse una Exposición de productos peninsulares que diese idea de las producciones agrícola, industrial, artística y de todos géneros en nuestra Patria, para fomentar el comercio de la Metrópoli con el Archipiélago”. Esta última intención, evidentemente,  no se llevo a cabo, y el pabellón-estufa quedó convertido al término de la exposición, en un simple almacén de aperos de labranza y objetos de gran volumen del vecino Museo-Biblioteca de Ultramar, situado en el Palacio de Velázquez.

Ciprés calvo cercano a la escalinata del palacio
En el interior del pabellón se instaló un pequeño estanque que, a través de una decena de surtidores, proporcionaba humedad suficiente para mantener en buenas condiciones la exuberante vegetación que allí se concentró. En el exterior se construyó el estanque, que se adornó con especies exóticas y se dotó de canoas tagalas, para pasear a los visitantes y sorprenderles con efectos teatrales como la aparición de caimanes disecados en el agua. Junto al edificio, completando el efecto escénico, y como punto de unión con el estanque, se construyó también la balaustrada de piedra y la escalinata. Por último, en el lado sur, junto a la gruta, se erigió el Pabellón Real, curioso y original exponente de la arquitectura oriental hoy desaparecido.

Balaustrada
En el exterior, por todo el Campo Grande, se instalaron tribus aborígenes, alojadas en chozas que a modo de museo viviente mostraban a los visitantes sus vestidos, costumbres, bailes, juegos e incluso simulacros guerreros. En total fueron unos 40 filipinos que se trasladaron desde Manila vía Barcelona y representaban diferentes etnias de las Islas.

La Exposición se inauguró el día 30 de junio de 1887 con la presencia de la Reina Regente María Cristina de Habsburgo. Y eso a pesar de que un año antes, el 12 de mayo de 1886 una impresionante tormenta de truenos y relámpagos, seguida de granizo y un potentísimo vendaval, asoló el parque y zonas cercanas. El conocido como ciclón de 1886 dejó tras su paso una profunda huella en edificios, jardines y personas, ya que causó varios fallecimientos. En el parque los destrozos fueron considerables: fue tan grande el número de árboles abatidos que el Ayuntamiento permitió su utilización como leña para la calefacción de las instalaciones municipales, para facilitar la limpieza del recinto. La peor parte se la llevó la zona del Parterre, el Palacio de la Minería, el Casón, el Jardín Botánico e incluso los Jerónimos, pero también las zonas ajardinadas quedaron prácticamente arrasadas y murieron varios animales del Jardín Zoológico.
 
Ciprés calvo cercano a la gruta en junio
Y sin embargo, menos de un año después, todo estaba en orden y la Exposición de Filipinas se abre al público constituyendo un auténtico acontecimiento social por el exotismo de su contenido. Fue muy visitada por los madrileños, hasta el punto que la organización puso a su disposición un tranvía que desde la Plaza de la Independencia se dirigía a la zona de la Exposición por la zona norte del parque, bordeando el Gran Estanque.

No obstante, tanto entusiasmo nacionalista no compensó los enormes gastos que la Exposición supuso y mucho menos hacía intuir los próximo acontecimientos que pocos años después (diciembre de 1898) terminarían con la pérdida del dominio de aquellas lejanas tierras, como refleja el Acuerdo de Paris de 10 de diciembre de 1898:

Art. 1°. España renuncia a todo derecho de soberanía y propiedad sobre Cuba. En atención a que dicha isla, cuando sea evacuada por España, va a ser ocupada por los Estados Unidos, éstos, mientras dure su ocupación, tomarán sobre sí y cumplirán las obligaciones que, por el hecho de ocuparla, les impuso el derecho internacional (...)
Art 2°. España cede a los Estados Unidos la isla de Puerto Rico y las demás que están ahora bajo su soberanía en las Indias Occidentales, y la isla de Guam en el archipiélago de las Marianas o Ladrones.
Art. 3°. España cede a los Estados Unidos el archipiélago conocido por las islas Filipinas (...).
Art 5°. Los Estados Unidos, (...) transportarán a España, a su costa, a los soldados españoles que hicieron prisioneros de guerra las fuerzas estadounidenses al ser capturada Manila. (Fuente: Wikipedia)

 Ciprés calvo catalogado como árbol singular de la Comunidad de Madrid

Volviendo a nuestro árbol, en el estanque podemos ver una decena de ejemplares, de los que uno, el más grande, fue incluido en el Catálogo de Árboles Singulares de la Comunidad de Madrid en 1992.

Se trata de un árbol de hoja caduca, por tanto, pese a su nombre popular, no tiene nada que ver con los cipreses. En condiciones favorables puede llegar a una altura de 30 a 45 metros. Tiene el tronco recto y la copa de forma piramidal, sobre todo en los ejemplares jóvenes. La madera es ligera, de color rojo oscuro, fácil de trabajar y muy duradera. Es utilizada para construcciones a la intemperie o en contacto con el agua: cubas, tanques de agua, barcos; y también en ebanistería.

Una característica típica de estos árboles es el engrosamiento de la parte inferior del tronco, la que se encuentra en contacto con el agua y, aunque en estos ejemplares del Retiro no puede apreciarse, la aparición a su alrededor de apéndices leñosos que salen del suelo, superan el nivel del agua y pueden llegar a alcanzar el metro de altura. Son los neumatóforos, una prolongación de las raíces, huecos por dentro, que permiten obtener el necesario complemento de oxígeno por encima del nivel del agua. En cualquier película rodada en las zonas pantanosas de Estados Unidos  podremos ver como los esforzados soldados confederados o de la unión, se desplazan por el agua sorteando troncos de estos árboles y lo que parecen unas estacas clavadas en el suelo que no son otra cosa que las referidas prolongaciones de sus raíces.

Cipreses calvos en otoño
Es un árbol de crecimiento lento que puede alcanzar los 500 o 600 años de vida y necesita estar bien soleado. En su hábitat natural crece, como ya ha quedado reflejado, en zonas encharcadas. También puede vivir en terrenos secos siempre que sus raíces tengan agua permanentemente.

Como ya se ha dicho. las hojas son caducas, el ciprés calvo es una de las pocas coníferas de hoja caduca, tienen forma de aguja, aplanadas y aparecen en dos filas. De color verde claro para luego, antes de caer, adquirir un tono marrón-rojizo que proporciona al árbol un espectacular aspecto otoñal. Florece en marzo-abril apareciendo en el mismo árbol las flores femeninas y masculinas y producen una pequeña piña de forma esférica, de unos 2-3 centímetros de diámetro en cuyo interior encontramos pequeños piñones de forma triangular. 

Hojas, flores y frutos

Hojas, flores y frutos
Su nombre científico taxodium distichum, nos recuerda su parentesco con otro espectacular árbol de Retiro, el Ahuehuete del Parterre (taxodium mucronatum), del que ya se ha escrito en La Gatera. Taxodium, hace referencia a su parecido con otro famoso árbol, el tejo (taxus baccata) y distichum procede del griego distichos, colocado en dos filas, indicando la disposición de las hojas en la rama.

En cuanto a los nombres comunes, ciprés de los pantanos y ciprés calvo, tienen que ver con el lugar en que vive y con el hecho de que, a diferencia del ciprés, se desprende de sus hojas, quedando las ramas al descubierto durante el invierno.

Ciprés calvo del jardín de Cecilio Rodríguez

Su presencia en Madrid es muy escasa. De hecho sólo estos del estanque tienen relevancia. Dentro del recinto del retiro podemos ver uno más, en los jardines de Cecilio Rodríguez, en un alcorque seco junto a un pequeño estanque. Hay varios más en diferentes jardines particulares de la ciudad y podemos hacer referencia a algunos interesantes ejemplares que se encuentran en la zona ajardinada  de la calle García de Paredes, esquina paseo de la Castellana, junto al edificio de La Caixa.

Y eso es todo. Como se ve con claridad, no se trata de un árbol con presencia relevante en Madrid ni en España, pero estos del Pabellón de Cristal son espectaculares y todos los que se aproximan al estanque no pueden evitar admirar su porte, su cambiante colorido y su capacidad para vivir dentro del agua.

Ciprés calvo y Palacio de Cristal

PARA SABER MÁS

El Retiro. Sus orígenes y todo lo demás. Rosario Mariblanca Caneyro. Ayuntamiento de Madrid 1991.
La "estufa fría" en la Exposición de Filipinas. El Palacio de Cristal del Retiro ante una nueva etapa. Ángeles Blanco García y Mª Luisa Carrero Navarro. Doc. digital UCM.
Guerra hispano-estadounidense (Wikipedia http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_hispano-estadounidense#Consecuencias)


Publicado en la primavera del año 2015



2 comentarios:

  1. Mi más entusiasta felicitación por el estudio del ciprés de los pantanos.

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  2. Una conífera muy especial. Uno de mis arboles favoritos.
    Gracias por su artículo

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