CIPRÉS
CALVO O CIPRÉS DE LOS PANTANOS
Estanque
del Palacio de Cristal del parque del Retiro
El ciprés
de los pantanos, también conocido como ciprés calvo, no es un árbol enraizado
en nuestra cultura. Es un árbol extranjero, que fue introducido en Europa en
1640 por el naturalista inglés John Tradescant (1608-1662), jardinero jefe de los jardines del rey Carlos
I de Inglaterra, situados en Queen's House,
Greenwich. Pero, a diferencia de otras especies foráneas, su
implantación ha quedado muy reducida y limitada a zonas ajardinadas con
abundante presencia de agua. Nada que ver con sus paisajes originales, en el
cuadrante sud-este de los Estados Unidos, donde forma amplios bosques en zonas
pantanosas. Es el árbol emblema del estado de Lousiana, y también lo podemos
encontrar en Carolina del Sur, Illinois, Misisipi, Florida y Texas.
Pabellón de Cristal y estanque |
En efecto,
emergiendo del agua y junto con el propio Palacio de Cristal, componen una verdadera "imagen de postal” que sorprende a todos los
visitantes, tanto por el conjunto en sí, como por el cambio de colorido que sus
hojas adoptan a lo largo del año, que hace imprescindible más de una visita.
La
historia del Pabellón/Palacio de Cristal del parque del Retiro y de su entorno
inmediato tiene un origen similar a la del Palacio de Velázquez (ver artículo
sobre el tejo publicado en esta revista, en su número 17 de abril de 2014). Efectivamente, en 1885 se
piensa de nuevo en la organización de una Exposición en el parque, en
esta ocasión sobre las Islas Filipinas, y en la construcción de un pabellón, a
modo de invernadero como complemento de la misma.
Sale a
concurso el proyecto y de nuevo es Ricardo Velázquez Bosco quien lo consigue,
con la colaboración de Bernardo Asins, diseñador de la estructura. Entre los
dos construyen, tomando como punto de partida el Crystal Palace de Hyde Park en
Londres, de Joseph Paxton, y el mercado de Les Halles de Paris, de Victor
Baltard, el que probablemente sea el edificio más bello y elegante de todo el
parque del Retiro.
Ciprés calvo cercano a la gruta en noviembre |
Ricardo
Velázquez ya había demostrado su pericia como restaurador de edificios notables
como la catedral de Burgos, la Mezquita cordobesa o la Alhambra de Granada, y
cómo arquitecto madrileño, dirigiendo la edificación del Palacio de la Minería
(hoy conocido como Palacio de Velázquez) en 1883, el Ministerio de Fomento (hoy
de Agricultura) en 1886 o la reparación del Casón del Buen Retiro. También
había demostrado ampliamente su capacidad para combinar hierro, ladrillo y
cristal y para incluir elementos innovadores como la presencia de cerámica en
sus edificios, y era por tanto el más adecuado para acometer la realización de
ese invernadero que, como edificio temporal, debía tener un carácter etéreo y
frágil, al mismo tiempo que armónico y bello.
Fue el propio ministro de Ultramar, Víctor Balaguer, impulsor del evento,
quien en un oficio ministerial indicaba: “…fue levantado con carácter provisional (...) con el propósito de
desmontarlo a la terminación del Certamen y enviarlo a Manila, en cuya
población debía celebrarse una Exposición de productos peninsulares que diese
idea de las producciones agrícola, industrial, artística y de todos géneros en
nuestra Patria, para fomentar el comercio de la Metrópoli con el Archipiélago”. Esta
última intención, evidentemente, no se
llevo a cabo, y el pabellón-estufa quedó convertido al término de la
exposición, en un simple almacén de aperos de labranza y objetos de gran
volumen del vecino Museo-Biblioteca de Ultramar, situado en el Palacio de
Velázquez.
Ciprés calvo cercano a la escalinata del palacio |
Balaustrada |
La
Exposición se inauguró el día 30 de junio de 1887 con la presencia de la Reina
Regente María Cristina de Habsburgo. Y eso a pesar de que un año antes, el 12
de mayo de 1886 una impresionante tormenta de truenos y relámpagos, seguida de granizo
y un potentísimo vendaval, asoló el parque y zonas cercanas. El conocido como
ciclón de 1886 dejó tras su paso una profunda huella en edificios, jardines y
personas, ya que causó varios fallecimientos. En el parque los destrozos fueron
considerables: fue tan grande el número de árboles abatidos que el
Ayuntamiento permitió su utilización como leña para la calefacción de las
instalaciones municipales, para facilitar la limpieza del recinto. La peor parte
se la llevó la zona del Parterre, el Palacio de la Minería, el Casón, el Jardín
Botánico e incluso los Jerónimos, pero también las zonas ajardinadas quedaron
prácticamente arrasadas y murieron varios animales del Jardín Zoológico.
Ciprés calvo cercano a la gruta en junio |
No
obstante, tanto entusiasmo nacionalista no compensó los enormes gastos que la
Exposición supuso y mucho menos hacía intuir los próximo acontecimientos que
pocos años después (diciembre de 1898) terminarían con la pérdida del dominio
de aquellas lejanas tierras, como refleja el Acuerdo de Paris de 10 de
diciembre de 1898:
Art. 1°. España
renuncia a todo derecho de soberanía y propiedad sobre Cuba. En atención a que
dicha isla, cuando sea evacuada por España, va a ser ocupada por los Estados
Unidos, éstos, mientras dure su ocupación, tomarán sobre sí y cumplirán las
obligaciones que, por el hecho de ocuparla, les impuso el derecho internacional
(...)
Art 2°. España
cede a los Estados Unidos la isla de Puerto Rico y las demás que están ahora
bajo su soberanía en las Indias Occidentales, y la isla de Guam en el
archipiélago de las Marianas o Ladrones.
Art. 3°. España
cede a los Estados Unidos el archipiélago conocido por las islas Filipinas
(...).
Art
5°. Los Estados Unidos, (...) transportarán a España, a su costa, a los
soldados españoles que hicieron prisioneros de guerra las fuerzas
estadounidenses al ser capturada Manila. (Fuente:
Wikipedia)
Ciprés calvo catalogado como árbol singular de la Comunidad de Madrid |
Volviendo a nuestro árbol, en el estanque podemos ver una decena de ejemplares, de los que uno, el más grande, fue incluido en el Catálogo de Árboles Singulares de la Comunidad de Madrid en 1992.
Se trata
de un árbol de hoja caduca, por tanto, pese a su nombre popular, no tiene nada
que ver con los cipreses. En condiciones favorables puede llegar a una altura
de 30 a 45 metros. Tiene el tronco recto y la copa de forma piramidal, sobre
todo en los ejemplares jóvenes. La madera es ligera, de color rojo oscuro,
fácil de trabajar y muy duradera. Es utilizada para construcciones a la
intemperie o en contacto con el agua: cubas, tanques de agua, barcos; y también
en ebanistería.
Una
característica típica de estos árboles es el engrosamiento de la parte inferior
del tronco, la que se encuentra en contacto con el agua y, aunque en estos
ejemplares del Retiro no puede apreciarse, la aparición a su alrededor de
apéndices leñosos que salen del suelo, superan el nivel del agua y pueden
llegar a alcanzar el metro de altura. Son los neumatóforos, una prolongación de
las raíces, huecos por dentro, que permiten obtener el necesario complemento de
oxígeno por encima del nivel del agua. En cualquier película rodada en las
zonas pantanosas de Estados Unidos podremos ver como los esforzados soldados
confederados o de la unión, se desplazan por el agua sorteando troncos de estos
árboles y lo que parecen unas estacas clavadas en el suelo que no son otra cosa
que las referidas prolongaciones de sus raíces.
Cipreses calvos en otoño |
Como ya se
ha dicho. las hojas son caducas, el ciprés calvo es una de las pocas coníferas
de hoja caduca, tienen forma de aguja, aplanadas y aparecen en dos filas. De
color verde claro para luego, antes de caer, adquirir un tono marrón-rojizo que
proporciona al árbol un espectacular aspecto otoñal. Florece en marzo-abril
apareciendo en el mismo árbol las flores femeninas y masculinas y producen una
pequeña piña de forma esférica, de unos 2-3 centímetros de diámetro en cuyo
interior encontramos pequeños piñones de forma triangular.
Hojas, flores y frutos |
Hojas, flores y frutos |
En cuanto
a los nombres comunes, ciprés de los pantanos y ciprés calvo, tienen que ver
con el lugar en que vive y con el hecho de que, a diferencia del ciprés, se
desprende de sus hojas, quedando las ramas al descubierto durante el invierno.
Ciprés calvo del jardín de Cecilio Rodríguez |
Su presencia en Madrid es muy escasa. De hecho sólo estos del estanque tienen relevancia. Dentro del recinto del retiro podemos ver uno más, en los jardines de Cecilio Rodríguez, en un alcorque seco junto a un pequeño estanque. Hay varios más en diferentes jardines particulares de la ciudad y podemos hacer referencia a algunos interesantes ejemplares que se encuentran en la zona ajardinada de la calle García de Paredes, esquina paseo de la Castellana, junto al edificio de La Caixa.
Y eso es
todo. Como se ve con claridad, no se trata de un árbol con presencia relevante
en Madrid ni en España, pero estos del Pabellón de Cristal son espectaculares y
todos los que se aproximan al estanque no pueden evitar admirar su porte, su
cambiante colorido y su capacidad para vivir dentro del agua.
PARA SABER
MÁS
El Retiro. Sus orígenes y todo lo demás. Rosario Mariblanca Caneyro.
Ayuntamiento de Madrid 1991.
La "estufa fría" en la Exposición de Filipinas.
El Palacio de Cristal del Retiro ante una nueva etapa. Ángeles Blanco García y Mª Luisa
Carrero Navarro. Doc. digital UCM.
Guerra hispano-estadounidense (Wikipedia http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_hispano-estadounidense#Consecuencias)
Publicado en la primavera del año 2015
Mi más entusiasta felicitación por el estudio del ciprés de los pantanos.
ResponderEliminarUna conífera muy especial. Uno de mis arboles favoritos.
ResponderEliminarGracias por su artículo